Nunca ha sido habitual en los establecimientos del grupo Gorki, pero los tiempos cambian. Y también los hábitos de los clientes. En pleno casco histórico de Málaga, donde los pisos turísticos han crecido como setas, con un enorme trasiego de gente joven y más informal, un menú nunca es una mala opción. Y si es bueno y asequible, mucho mejor.
Gorki Strachan, que en los últimos meses se ha sometido a un proceso de reformas interiores y a la adecuación de su carta -también amplia y sugerente-, ha implantado ahora un menú muy atractivo y contundente que, con toda probabilidad, será del agrado de aquellos vecinos y visitantes que tengan la tentación de probarlo.
El menú es fijo, se sirve de lunes a viernes a mediodía y conjuga varias propuestas para que la elección no sea complicada. Como entrante, una ensalada templada con queso de cabra, espinacas, tomate seco y chips de plátano o una selección de cuatro tapas, de las que puedes escoger dos: porra antequerana con huevo y melva canutera, un tartar de salchichón de Málaga con pepinillos, alcaparras y mostaza de atún, unas croquetas de jamón ibérico o un pincho de tortilla de patatas en AOVE con cebolla.
De plato principal, el menú de Gorki plantea tres opciones muy jugosas. Canelones de ricotta y espinacas con salsa de tomate, albahaca y queso burrata; solomillo ibérico en su jugo con cremoso de patatas y mostaza con pak choi, y por último, pimientos rellenos de bacalao en salsa piquillo.
El menú de Gorki también incluye postre (copa de helado artesanal) y una bebida, ya sea cerveza, vino blanco, vino tinto o refresco.
¿El precio?, pues solo 16,5 euros.