VALDESPINO RARE SPIRITS, LOS DESTILADOS CON MEJOR GUARDA

VALDESPINO RARE SPIRITS, LOS DESTILADOS CON MEJOR GUARDA

La colecciónValdespino Rare Spirits descubre a los amantes de los destilados auténticas joyas cuyo denominador común es el envejecimiento en botas que han contenido previamente los mejores vinos generosos de esta bodega boutique jerezana. 

Se trata de una iniciativa pionera en el mundo de los espirituosos, en la que una gama numerada y limitada de cuatro destilados, de características complejas y muy diferentes entre sí, se han añejado en botas que a su vez criaron los jereces más exclusivos y afamados de Valdespino. 

Valdespino es una de las bodegas más antiguas de Jerez. Su origen se remonta al siglo XIII. Tras la reconquista de Jerez (1264), el Rey Alfonso X el Sabio otorgó tierras a los caballeros que le ayudaron en tal empresa siendo uno de aquellos, Don Alfonso de Valdespino, quien comenzó a elaborar vinos. Desde sus comienzos envejecía holandas (aguardiente de vino puro no añejado) y aguardientes de gran calidad en sus cascos de bodega. Así mismo la familia Valdespino comenzó a importar destilados selectos durante la primera década del siglo XX.

Esta práctica de importar y envejecer pequeños lotes de espirituosos comenzó siendo un experimento del que posteriormente disfrutaría en exclusividad la familia Valdespino. De esta manera no llegaron a ser comercializados pero continuaron su lenta evolución y envejecimiento en un rincón de la bodega. Años más tarde, con la adquisición en 1999 de Valdespino por parte de la familia Estévez, se descubrieron estas joyas durante un inventario general de las soleras más viejas de la compañía.

Hacía 1940 se importaba de Cuba una partida de ron de caña de gran pureza, que más tarde pasó a conformar una pequeña solera de Ron Viejo. Éste posee una edad media de 20 años y se ha envejecido en botas centenarias que han contenido previamente olorosos de las soleras más antiguas de Valdespino que muestran suaves matices a miel, ciruela y especias. Notas complejas en el paladar que combinan especias dulces, mermelada de cítricos sobre un fondo de madera. El final es goloso, con toques de caramelo.

Del mismo modo, en la década de los años 50 del pasado siglo, y a través de contactos existentes con destilerías escocesas a las que se le suministraban botas envinadas con vinos de Jerez, se importó una selección de Whisky de Malta para envejecerla en Jerez. Se trata de un Malta de 15 años que ha sido envejecido en botas que contuvieron palos cortados y olorosos, que permanecen en un recuerdo de aromas profundos y fragantes con un fondo elegante. Notas de tabaco y miel. Muy suave y delicado, con un final mineral y ligeramente ahumado. 

Esta colección única de destilados continúa con la selección de un número muy limitado de botas de Brandy de Jerez provenientes de la solera de Valdespino establecida en 1842. Su Brandy Solera Gran Reserva, con una vejez de más de 30 años, se caracteriza por una crianza en botas de finos y amontillados que le confieren una personalidad en la que destacan las notas intensas de roble y especias, con matices de nuez y tofe en nariz, siendo en boca suave, cálido y complejo en el paladar con notas a cacao, madera noble, miel y avellana.

Culmina esta colección de productos exclusivos una Dry Gin triple destilada, llevada a cabo en pequeños lotes, envejecida durante 4 años en una bota seleccionada que ha contenido previamente Inocente, el icónico fino de Valdespino. Esta elaboración le aporta una personalidad única. Estamos ante una ginebra Single Cask de la cual se han llenado solo 785 botellas numeradas. De color dorado pálido con matices verdosos, es en nariz sutil y sugerente, resaltando las notas de vainilla. En boca se aprecian las notas cítricas, de enebro, de nuez y de minerales aportados estas dos últimas por esa crianza en las botas de fino; dejando un post gusto ligero y suave con un toque de salinidad.

Para ampliar información o concertar una entrevista contactar con:

Ramón Villar Pedreira
Responsable de Marketing y Comunicación de José Estévez, S.A.
rvp@grupoestevez.com Tel + 34 650 44 50 01.

Albariza Rosé

Albariza Rosé

Albariza Rosé. Vinandaluz

Albariza Rosé

José Estévez sigue acertando en su apuesta por la renovación de los Vinos de la Tierra de Cádiz con este rosado diferente, que brinda todas las sensaciones exigibles a estos vinos de primavera-verano y le añade otras más complejas, con una sutilidad en el equilibrio de intensidades agradabilísimas de paladear. Su paso fresco y aromático deja un recuerdo final a los vinos nobles andaluces. Más aún: nos trae a la mente la base del brandy. Es un rosado color piel de cebolla muy especial. Mejor dicho, un rosé, denominación más glamourosa para este coupage de palomino fino y tintilla en proporciones secretas pero muy atinadas.

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Albariza Rosé, un rosado diferente

Albariza Rosé, un rosado diferente

Nota de prensa

ALBARIZA ROSÉ, LA PROPUESTA MÁS FRESCA Y ATRACTIVA DE JOSÉ ESTÉVEZ

Se trata de un vino rosado elaborado con uvas Tintilla y Palomino Fino procedentes de viñedos propios de tierra albariza, ideal para tomar cuando apriete el calor sin renunciar al carácter y la autenticidad que aporta el origen y el terruño

Albariza amplía su gama con el lanzamiento de Albariza Rosé, un vino rosado que, como su hermano 100% uva Palomino Fino, tiene su principal referente en el terruño, el máximo exponente de la personalidad de nuestras viñas de tierra albariza. El grupo bodeguero José Estévez opta para la elaboración de su nuevo vino por dos varietales de uvas autóctonas de Jerez, Tintilla y Palomino Fino, lo que da como resultado un rosado con todo el carácter, una apuesta por la autenticidad, por el origen –tanto por la tierra como por las variedades- que resulta una vez más ganadora y que se ha convertido en una de las principales señas de identidad de la bodega. Se trata, en palabras de la propia casa, “de una nueva apuesta de Estévez por Jerez y también por la innovación, pero siempre bajo la premisa innegociable de que sean productos ‘kilómetro 0’ en lo que se refiere a su procedencia, 100% del Marco de Jerez”.

Albariza Rosé está acogido a la indicación geográfica protegida ‘Vinos de la Tierra de Cádiz’, igual que el Albariza Blanco. En su etiquetado está presente el caballito de mar que se ha convertido en todo un icono que hace reconocible de manera inmediata la marca tanto en bares y restaurantes como en lineales del canal de alimentación. Aparte de su fuerza visual, el caballito de mar significa para José Estévez el recuerdo de que hace millones de años la mayor parte de la campiña de Jerez estaba cubierta por el Océano Atlántico y que la tierra albariza en la que crecen los viñedos es fruto de la sedimentación de organismos marinos y arcilla; precisamente la descomposición de la roca madre y las conchas y fósiles son los responsables de la alta mineralización de la tierra.

Albariza Rosé se define como un rosado pálido, con un color más claro de lo que ha venido siendo tradicional en España para este tipo de vinos, en consonancia con las tendencias cromáticas que se vienen detectando en los últimos años a nivel internacional para los rosados. De hecho, su fermentación se realiza a baja temperatura, casi como si fuese un blanco, pese a que la Tintilla, como se ha señalado, comparte protagonismo con la Palomino Fino. Se trata de un vino fresco y ligero, que aunque se puede consumir perfectamente durante todo el año, tal vez tiene en primavera y verano su momento de máximo apogeo.

El mercado de los vinos rosados está en plena expansión en España durante los últimos diez años. Desde José Estévez no se busca con Albariza Rosé un público predefinido, pero es un hecho que los datos sectoriales disponibles indican que el público que se ha acercado al mundo de los rosados en los últimos años es básicamente joven, con un importante tirón entre las mujeres.

Albariza Rosé presenta un color rojo cebolla pálido. En nariz es intenso, fresco, afrutado y salino a la vez, con ciertos recuerdos a manzana roja; en boca es suave y agradable presenta una mezcla de intensidades de las variedades Tintilla y Palomino Fino. Ambas provienen de la tierra albariza y por tanto nos dejan ese recuerdo calcáreo en boca dando al final un toque salino sutil y una mineralidad muy particular.

En cuanto a las posibilidades de maridaje, hay que recalcar que arroces, pescados azules, mariscos, ensaladas y pasta van estupendamente con Albariza Rosé, pero sin dejar de lado otras propuestas a las que antes eran ajenas este tipo de vinos, desde embutidos en los entrantes a postres, sobre todo en los que hay presencia de cítricos o fresas, un vino que, en definitiva, abarca toda la mesa.

El Grupo Bodeguero José Estévez

José Estévez es un grupo bodeguero familiar radicado en Jerez de la Frontera que tiene el respeto por la viña y en el vino su mayor seña de identidad. Con 800 hectáreas de viñedo propio es el mayor viticultor del Marco de Jerez y de Andalucía y cuenta en su portafolio con nombres clásicos de las D.O. Jerez-Xérès-Sherry, Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda y Brandy de Jerez como son Marqués del Real Tesoro, Valdespino y La Guita. En los últimos años viene desarrollando un plan de expansión que por ahora se traduce en su presencia en las siguientes D.O.: Rueda, Rioja, Cava y Champagne, además de la IGP Tierra de Cádiz.

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Responsable de Marketing y Comunicación de José Estévez, S.A.

Correo: rvp@grupoestevez.com

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Albariza Rosé. Vinandaluz

La Farola Marinera, Manuel Villena se mete en cocina

La Farola Marinera, Manuel Villena se mete en cocina

La Farola de Orellana Marinera ha reabierto. Sin carta y con toda la materia prima, que es muy fresca, naturalmente, expuesta a la vista del público. El cliente escoge el producto y se lo pesan. Como en un puesto del mercado.

En la cocina le aguardan, ahí es nada, las manos del propio gerente del Grupo La Farola: Manuel Villena, restaurador con media docena de negocios de éxito que hace aquí lo esperable de un restaurador de raza en estos casos.

¿Y eso qué es? Pues colgarse el mandil y vestirse con la chaquetilla de cocinero cuando hay que hacerlo, además de crear una estrategia gastronómica triunfadora. En el caso de sus restaurantes, basada en dar muy bien de comer y servir esa comida con agrado en el mejor ambiente.

Eso mismo está haciendo aquí, en este local, este restaurador metido ahora también a cocinero, Manuel Villena, quien nunca está solo en sus proyectos hosteleros pues siempre le acompaña su inseparable Patricia Carralero.

En La Farola de Orellana Marinera se puede desde picotear a realizar una comida completa. A placer, pues a los restaurantes de esta gran pareja se viene sin más pretensiones que a degustar la mejor calidad diaria del mercado al mejor precio: boquerones, salmonetes, chipirones, gambas, cigalas, peregrinas, nécoras, mejillones, búsanos, conchas finas, ostras…

El surtido de golosinas del día es harto provocador en este tascucio de producto, donde el patrón practica la sencilla culinaria que requiere el tratamiento respetuoso de un género supremo: guisotes, cocciones, planchados y frituras que son, según el ilustre gastrónomo Néstor Luján, la piedra de toque del arte cibario.

La casa está especializándose en vinos nobles: finos, manzanillas, palos cortados… que casan perfectamente con esta carta que no es carta, pues tiene la forma concreta de un puesto de pescadería del mercado, con balanza electrónica y precio por cada cien gramos. La medida y la bebida perfectas para un aperitivo marinero y gourmetón.

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Exégesis enológica o el vino según sus hacedores

Exégesis enológica o el vino según sus hacedores

Título: Los cocineros del vino

Autor: VV.AA. con prólogos de Josep Roca y de Rafael Ansón

Editorial: Planeta (Colección Planeta Gastro)

Nº de páginas: 360

PVP: 29 €

Libro exquisitamente editado por Planeta para su colección Gastro, que se adentra, por un lado, en el universo personal de los mejores creadores de vinos españoles, es decir, de los enólogos de las bodegas más emblemáticas, como los imprescindibles Antonio Flores (González Byass), José Ignacio Lozano (Osborne), Gonzalo Iturriaga (Tempos Vega Sicilia), Mariano García (Mauro, San Román y Garmón Occidental), Peter Sisseck (Dominio de Pingus), Almudena Alberca (Grupo Bodegas Palacio 1894), Jesús Jiménez (Numanthia), Álvaro Palacios (Palacios Remondo), Bruno Colomer (Codorniú), Daphne Glorian (Clos i Terrases), Manel Quintana (Freixenet), Eduardo de José (Habla), Ana Isabel Quintela (Pazo de Señorans), Rafael Palacios (Rafael Palacios), Benjamín Romeo (Contador), Fernando Remírez de Ganuza (Remírez de Ganuza), Francisco Hurtado de Amézaga (Marqués de Riscal), Marcos Eguren (Sierra Cantabria), María Larrea (CVNE); y acomete, de otro, la tan necesaria actualización de la culinaria tradicional  del vino.

Para este propósito incluye, al final de cada capítulo e inspiradas en los vinos favoritos de cada enólogo, recetas creativas grandes cocineros españoles, como Montse Abellá (Santceloni), Paco Morales (Noor), Óscar Velasco (Santceloni), Susi Díaz (La Finca), Ángel León (Aponiente), Víctor Martín (Trigo), Diego Guerrero (Dstage), Joan Roca (El Celler de Can Roca), Paco Torreblanca (Torreblanca), Albert Adrià (elBarri), Elena Arzak (Arzak), Toño Pérez (Atrio), Isaac Loya (Isaac Loya), Javier Olleros (Culler de Pau), Quique Dacosta (Quique Dacosta), Pedro Subijana (Akelaŕe), Francis Paniego (Etxaurren), Nacho Manzano (Casa Marcial), Bittor Arginzóniz (Etxebarri) y Begoña Rodrigo (La Salita).

Estamos ante otro libro absolutamente novedoso. Que lo es como ejercicio de exégesis enológica al llevarnos al momento previo a la creación del vino, y como actualización de su recetario clásico.

Edición al cuidado de Maya Granero, autora a su vez de varios de estos capítulos. El volumen acaba con el retrato de Pedro Ballesteros, rey de las catas y decano de los Máster of Wines españoles. En definitiva, un libro con el que, en palabras de su impulsor, Rafael Ansón, «la gastronomía salda su deuda pendiente con la enología».